El conjunto merengue sigue en un excelente momento, sumando victorias tanto en España como en Europa. En el último partido disputado este martes, el equipo blanco logró mantener su promedio de más de noventa puntos en los tres primeros encuentros de la competición continental al vencer por 93-79 al Zalgiris Kaunas de Lituania. El WiZink Center recibió a un rival amable, que solo había ganado uno de sus últimos 17 partidos jugados en Madrid. A pesar de ello, llegó con determinación y entusiasmo para disfrutar de una noche intensa, manteniéndose cerca durante gran parte del primer cuarto.
Esto ocurrió a pesar del esfuerzo del argentino Facundo Campazzo por dominar el juego desde el principio. Fue el jugador más destacado del equipo local al inicio del partido y quien dio la señal para que el Real Madrid comenzara a lanzar triples sin dudarlo.
Así, anotó un triple para poner el marcador 16-14. Guerschon Yabusele lo imitó, seguido por otra canasta de Campazzo. En el inicio del segundo cuarto se unieron a la fiesta Rudy con dos triples más, Sergio Rodríguez y Mario Hezonja.
Cuando llegó el momento de realizar los cálculos, el equipo de Chus Mateo había encestado 8 de sus últimas 10 canastas desde la distancia y se habían adelantado por 11 puntos a pesar de la resistencia momentánea del Zalgiris.
La ventaja se amplió a 14 puntos. Fue entonces cuando los lituanos reaccionaron aprovechando algunos momentos de debilidad del oponente y con un parcial de 2-9 volvieron a acercarse. Campazzo lideró un nuevo impulso del Real Madrid para reducir la diferencia a diez puntos justo antes del descanso (53-43, min.20).
Sin embargo, al salir de los vestuarios, el equipo local tuvo dificultades en el aspecto ofensivo, afectado por las pérdidas de balón. En los primeros cinco minutos y medio apenas pudieron anotar dos tiros libres convertidos por Walter Tavares. Esto fue aprovechado parcialmente por el equipo de Kaunas, que comenzó con dos puntos de Kevarrius Hayes y un tiro más falta convertido por Keenan Evans, aunque luego tuvieron dificultades para anotar hasta que Rolands Smits logró una jugada adicional que los dejó solo a tres puntos (55-52, min.25).
Gabriel Deck respondió en la otra canasta para despertar a su equipo y así iniciar una racha positiva de 8-0 construida principalmente con tiros libres y un nuevo triple convertido por Rudy Fernández que devolvió la tranquilidad.
Fue algo momentáneo cuando Brady Manek, que había sido liberado, tomó la iniciativa y anotó 8 puntos consecutivos.
A pesar de esto, el último en destacar fue Deck, quien en un momento de brillantez individual logró mantener la ventaja de diez puntos que se mantenía al final del primer tiempo (72-62, min.30).
Se necesitaba un golpe de autoridad para cerrar la noche. Y Sergio Llull lo proporcionó con un marcador de 5-0 al comienzo del último cuarto. Desde ese momento, la diferencia a favor de 15 puntos pasó de ser una anécdota a ser algo común y el Real Madrid, mostrando la efectiva y llamativa conexión entre Sergio Rodríguez y Vincent Poirier, cerró cómodamente otro triunfo para seguir invicto.