Vini deja la eliminatoria en suspenso después de empatar en Munich (2-2)

Es una situación que se repite cada temporada: te enfrentas al rival que nadie quiere tener, te ilusionas, te encuentras con la cruda realidad, te golpean fuerte y te despiden sin compasión. A casi todos les sucede cuando se trata de la Champions League. Y el Bayern Munich no fue una excepción: se enfrentó al Real Madrid y sufrió un golpe duro, pero luchó con determinación para reaccionar positivamente, para remontar, para soñar con una victoria sorpresa y, justo en un abrir y cerrar de ojos, fue castigado por el favorito en el partido de ida de las semifinales de la Champions League: la victoria soñada terminó siendo un empate 2-2 que sí mantiene abierta la eliminatoria, aunque no tanto sabiendo que en la vuelta tendrán que jugar en el Santiago Bernabéu.


Al principio del partido el Bayern Munich lucía más organizado y peligroso como se esperaba, con llegadas peligrosas por parte de Curé y un claro señalamiento a Kroos, quien previamente había mencionado que el Bayern solo le dio oportunidades pero su verdadero amor era el Real Madrid.


Y así los alemanes cayeron en la trampa del ‘Equipo de Campeones’: permitieron que los dominaran con pases, se vieron atrapados en la lenta circulación que resultaba irritante y, justo cuando parecían adormecidos, el grito de gol los despertó. Con un pase magistral de Kroos, Vinicius Jr apareció rápidamente gracias a la Ley del ex y marcó sin dificultad ante la salida de Neuer para poner el 1-0 a los 24 minutos. Fue un golpe repentino, una sorpresa al estilo Real Madrid.

La afición enfurecida en las gradas pedía una reacción más contundente del Bayern, que apenas se acercaba con un tiro libre desviado y no lograba comprender cómo habían sufrido tanto daño en un ataque. “Bienvenidos al club de los desconcertados”, comentaría Ancelotti.

El equipo blanco, vestido con uniforme oscuro en el Allianz Arena, parecía más amenazante al inicio del segundo tiempo gracias a Kroos, quien parecía motivado por cada silbido y tuvo un potente disparo a los 50 minutos que Neuer detuvo brillantemente con una mano.

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